Fuera de los “lugares comunes”. Una peregrinación a los sitios de Matteo Ricci, para descubrir su testimonio de fe

“Recorrer el viaje de Matteo Ricci, desde Zhaoqing a Pekín, nos ha conmovido profundamente. A lo largo del camino, nos hemos maravillado muchas veces con los signos y los recuerdos que nos han traído a la memoria su perseverancia, su sabiduría y su pasión misionera”. El padre Peter Zhao, vicario de la archidiócesis de Pekín, relata calurosamente a la Agencia Fides el asombro y el consuelo interior que han acompañado la singular experiencia itinerante que ha compartido con un grupo de jóvenes católicos entre finales de abril y la primera semana de mayo: una peregrinación por los lugares recorridos durante su aventura en tierra china por el gran misionero jesuita Matteo Ricci, hoy declarado Venerable por el Papa Francisco, en vista del aniversario de su muerte (que tuvo lugar en Pekín hace exactamente 413 años, el 11 de mayo de 1610). “A lo largo de este insólito viaje”, añade a la Agencia Fides el padre Peter Zhao, “Matteo Ricci nos ha ayudado a reconocer que la Iglesia en China es, en efecto, semejante al grano de mostaza del que habla Jesús: una pequeña semilla que un hombre tomó y arrojó al campo, y luego creció, convirtiéndose en un arbusto, ‘y las aves del cielo se posaban entre sus ramas’”.

Durante los nueve días de la peregrinación, del 28 de abril al 6 de mayo, el padre Zhao y sus compañeros han subido a la pagoda de Chong Xi, que también visitó Matteo Ricci; han atravesado a pie el antiguo paso de Meiling, que cruzó el misionero jesuita; se han detenido a rezar a orillas del río Gan, donde Matteo se cayó de la barca junto con su desafortunado hermano de comunidad, que perdió la vida en aquel accidente.

Por el camino, el padre Zhao y sus jóvenes compañeros de peregrinación se han hecho una idea de los peligros a los que se enfrentó Matteo Ricci en su viaje, y también de la tenacidad que le hizo seguir adelante. También han rezado en el Zhangyuan, donde Ricci había debatido con altos funcionarios y eruditos de la dinastía Ming; y han sumergido las manos en el río, frente al antiguo embarcadero, para tocar el agua en un punto por el que pasó la barca que transportaba al jesuita.

“Siguiendo sus huellas, todo nos hablaba de su perseverancia, y despertaba en nosotros una inmensa gratitud y reverencia hacia él”, asegura a la Agencia Fides Teresa Yang, una de las chicas peregrinas. Los otros jóvenes que han seguido al padre Zhao también confirman el impacto interior que ha tenido en ellos la participación en la peregrinación, y añaden observaciones significativas: el caminar tras las huellas de Matteo Ricci ha ayudado a todos a liberarse de las interpretaciones parciales y estereotipadas que circulan en torno a la aventura humana y cristiana del misionero jesuita. “La peregrinación -cuenta Giuseppe Yu a la Agencia Fides- me ha liberado de las impresiones parciales basadas en ciertas expresiones eruditas leídas en libros de historia o en la forma en que su figura aparece en grabados y retratos de la época. Como aficionado a la historia, estaba acostumbrado a apreciar la contribución de Matteo Ricci a la ciencia y la cultura y a etiquetarlo simplemente como pionero del intercambio cultural entre Oriente y Occidente. Pero cuando nos embarcamos en su viaje, poco a poco ha ido surgiendo una nueva imagen de Matteo Ricci, la imagen completa y no la imagen reducida de los lugares comunes. Una imagen ‘tridimensional’, la imagen de un cristiano. Hemos podido percibir su espíritu misionero, la pasión misionera que era la fuente de todo lo que hacía. Su mayor mérito fue sembrar las semillas de la Iglesia en China”.

Maria Gao, otra joven del grupo de peregrinos, cuenta que «nuestra admiración por Matteo Ricci ha ido creciendo a medida que avanzábamos en nuestro itinerario: hemos visto y tocado las dificultades que tuvo que afrontar, y su perseverancia». A lo largo del viaje, en las reflexiones compartidas durante el trayecto y en las homilías pronunciadas durante la celebración de las misas, el padre Peter Zhao no ha perdido ocasión de ilustrar y documentar el testimonio de fe dado por Matteo Ricci a sus contemporáneos, el que ahora también se estudia en el proceso iniciado para la canonización del jesuita nacido en Macerata (Italia).

Para los participantes, la peregrinación se ha convertido también en una oportunidad para vivir una experiencia libre y real de comunión eclesial. Las misas celebradas por el padre Zhao en las distintas parroquias han contado siempre con la asistencia de los sacerdotes y de las comunidades locales.

“Dondequiera que íbamos -continúa Maria Gao-, los sacerdotes y feligreses locales se sentían asombrados e inspirados por la historia de Matteo Ricci contada por el padre Peter, y rezaban con nosotros. Nuestra peregrinación quizá haya contribuido a reavivar pequeñas llamas de celo misionero, que tienen la misma naturaleza y la misma fuente que la pasión misionera que movió a Matteo Ricci”.

Al atardecer del 11 de mayo de 1610, Matteo Ricci murió en Pekín, en la iglesia dedicada a la Inmaculada Concepción, que fundó en 1605. Con motivo del 413 aniversario de su muerte, la parroquia de la Inmaculada Concepción organiza una conmemoración y una oración especial dedicadas al padre fundador. La fecha está fijada para hoy, jueves 11 de mayo de 2023, a las 18.30 horas. Sacerdotes, religiosos y laicos presentes rezarán por la beatificación de Matteo Ricci. (Agencia Fides 11/05/2023)

Noti-Misión

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *